Una pequeña escapada … cuatro días … qué hacer …
Son muchas las posibilidades, incluso mucho más cerca de lo que muchas veces nos podemos imaginar. Y es que no hace falta hacer “grandes viajes” para hacer “grandes viajes”, y así fue …
Tras parar en Sevilla (mero trámite logístico) con visita a la famosa plaza de España
… partimos hacia Doñana, dispuestos a visitar El Rocío, Matalascañas, …
Por el camino, muchos paisajes que ver, momentos de los que disfrutar, tanto allí como guardándolos en nuestro recuerdo para disfrutarlos posteriormente …
Y es que, las dimensiones del parque natural encierran tanto …
El Rocío. Otro mundo. Devoción, negocio, belleza, … seguro que mucho de algo y un poco de todo …
Mi gran descubrimiento, El Rompido.
Pequeña localidad del municipio de Cartaya (Huelva), con una gran cantidad de Parque Natural, las Marismas del Río Piedras, la Flecha, el Golf, el mar, … tanto en tan poco …
Tanto verde, aunque hubiese niebla, mucha niebla.
Las marismas …
Seguir caminando y encontrártelos. Les miras, te miran … no pasa nada. Siguen allí …
Una
dos
tres
Y arañas, … muchas. Por lo menos, sus casas …
Y Golf …
Y a muy poca distancia de allí, Portugal. El sur de Portugal me pareció un lugar perfecto para visitar con detenimiento, un sitio para repetir, al que ir sin prisas. Y es que parece mentira como estando tan cerca, es tan distinto.
Paisajes, ciudades, gente … efectivamente te das cuenta de que estás en otro País.
Sin adentrarnos mucho, llegando hasta Faro por la autovía, retrocedimos hacia España “costeando”, disfrutando de los paisajes costeros de la zona.
Tavira, una parada obligada …
Pero no solo paisajes … mucho más …
Y playas …
En definitiva, una escapada de tres días, muy recomendable!!!