De repente, allí estábamos, en pleno s. XVI disfrutando de un gran espectáculo. Y es que realmente es eso, puro espectáculo …

Ni más ni menos que Fran Guil recreando a un Samurai de forma magistral. Desde que le conoces, sabes que va a ser una sesión fotográfica especial, algo distinto, emocionante, … uno de esos retos que quieres que llegue porque precisamente no sabes cómo lo vas a afrontar. Sabes que esto va en serio, que no se trata de una caricatura, sino de arte … el arte de la recreación, y Fran Guil es un genio en ese terreno. Trabajar sobre el terreno, improvisar, … armas, sangre (por supuesto, irreal … jajaja) … unos ingredientes nuevos con los que nunca antes había cocinado.

Oírle hablar y no saber de lo que está hablando, no lo pone fácil. Nunca había oído palabras como “hankyu”, “eboshi”, “ebyra”,”Ashigaru”, … como mucho algún “Arigato”, pero ya me voy quedando con algunas. Incluso contar hasta tres se hace difícil en japonés …

Si he disfrutado con la sesión de fotos, no lo he hecho menos con el procesado. Intentando no ser monótono, aburrido, estándar, … Intentando buscar un resultado que mostrase realmente lo que se está contando. No son solo imágenes, no son poses fotográficas estudiadas, es hacer llegar la historia y la cultura por otra vía … viviéndola, como lo hace Fran Guil, de forma auténtica. Porque, aquí todo es auténtico, todo lo que se ve en las imágenes está donde tiene que estar, y no por casualidad. Todo ello es fruto de una impresionante labor de investigación …

Gracias a Isa y a Óscar por invitarme hace tiempo a conocer este mundo de la Recreación Histórica. Gracias Fran por la pasión que le pones.

Y ahora las fotos …

… espero que os gusten.

¿El último Samurai?

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